Avance Espiritual

Tema de la Semana: Anclados en Su Gracia Soberana

No estás bajo ataque porque eres débil, estás bajo ataque porque estás avanzando.

Si eres un hombre cristiano esperando un “avance”, escucha bien. Dios ya te dio el poder para mantenerte firme, pelear y liderar. Dios te llamó a rechazar la pasividad, tomar la espada y caminar con valentía en el Espíritu como el hombre de Dios que tu familia necesita.

La Palabra de Dios para Hoy
2 Corintios 9:8 (RVR1960):
“Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia,
a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente,
abundéis para toda buena obra.”

Me golpeó como un puño que no vi venir.

Un par de hombres a quienes respetaba vinieron contra mí, llenos de emoción, llenos de orgullo y vacíos de entendimiento. Hicieron preguntas, pero no escucharon la verdad. Asumieron, juzgaron y atacaron. Durante casi una hora, me arremetieron con enojo. Me senté y aguanté, orando en silencio todo el tiempo. No orando por escape, sino pidiendo a Dios que no me dejara volverme como ellos — reactivo, a la defensiva y orgulloso.

Ese momento fue mi campo de batalla.

Y durante semanas después, quedó rondando. Mis pensamientos iban a mil. El sueño desapareció. Busqué a alguien con quien desahogarme, alguien que me justificara. Pero todos los que contacté estaban indisponibles. No solo por unas horas, sino por días.

¿Y sabes qué? Gloria a Dios. Porque Dios usó ese silencio para hacer algo más profundo en mí.

No me dio consuelo. Me dio claridad.

Hombres, necesitan escuchar esto, especialmente si están en medio de una pelea que no eligieron. Si han sido acusados injustamente, malinterpretados o traicionados por alguien en quien confiaban, no desperdicien ese momento con lástima o una oración pasiva. Ese momento es terreno de prueba. Es un examen de tu madurez. Es una oportunidad para responder, no para reaccionar.

He leído a Oswald Chambers durante años. Pero hoy, me confrontó de una manera que no pude ignorar. Me recordó esto: si Dios te ha llamado a una obra, ya te ha dado lo que necesitas para cumplirla. Si aún estás esperando algo más —más fuerza, más claridad, más apoyo— estás perdiendo el punto. Él ya te dio Su presencia. Te dio Sus promesas. Te dio Su Espíritu.

Eso no es teoría. Es verdad.

Pero aquí fue donde fallé. Empecé a cuestionar. Dejé que la ansiedad se colara. Dejé que el orgullo susurrara: “no deberías tener que pasar por esto”. Y justo ahí, limité al Espíritu Santo. Traté de hacer la obra de Dios con mi propia justicia. Y cuando fallé, empecé a culpar a Dios con mi preocupación y estrés. Eso no es liderazgo. Eso es inmadurez espiritual.

Mateo 6:33 dice:
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,
y todas estas cosas os serán añadidas.” (RVR1960)

No mi justicia. La suya.

Si has estado allí, liderando a tu familia, sirviendo con fidelidad, haciendo lo correcto, y aún así la vida o la gente te golpea — recuerda esto: Dios no promete un camino fácil. Promete un camino equipado. Y si has recibido al Espíritu Santo, entonces hermano, estás más que equipado. Eres peligroso — para el enemigo, para la pasividad y para la mentira que dice que no eres suficiente.

No estás llamado a retroceder. No estás llamado a jugar a lo seguro.

Hombre del Pastor, has recibido una tarea noble. Servir. Pastorear. Administrar tu hogar. No necesitas otra frase motivadora ni un plan de diez pasos. Necesitas tomar tu espada, la Palabra de Dios, y caminar en el poder del Espíritu Santo.

Deja de esperar circunstancias perfectas. Comienza a liderar con lo que Dios ya ha puesto en tus manos.

Hoy.

Deja de calumniar a Dios con tu duda.

Deja de cargar al Espíritu Santo con tu pasividad.

Deja de justificar tu silencio como si fuera sabiduría.

Tu familia necesita un hombre de rodillas en oración y de pie con valentía. Necesita un hombre que no busque reconocimiento para seguir avanzando. Un hombre que no esté gobernado por el orgullo ni el miedo, sino por el Espíritu de Dios.

Esto no es una charla motivacional. Es tu llamado a despertar.

Has recibido al Espíritu Santo. Permite que Él obre en ti. Permite que Él hable a través de ti. Permite que Él guíe tu hogar.

Y cuando venga el ataque —y vendrá— no colapses.

Mantente firme.

No retrocedas.

Ora.

No respondas con emoción.

Responde con convicción.

Deja que vean el poder de Cristo en ti cuando estés bajo fuego. Esa es la marca de un pastor. Esa es la fuerza de un hombre que conoce a su Dios.

Porque al final del día, tu avance no es un sentimiento. No es un momento.

Es un hombre que decide confiar en Dios en medio del fuego, obedecer Su Palabra en la tormenta y liderar su hogar con espada en mano y corazón anclado en la gracia.

En el tema de esta semana “Anclados en Su Gracia Soberana,” el valor de pastoreo de hoy es confiar en la provisión de Dios mientras lideras, incluso cuando te sientes atacado, solo o sin preparación.

Esto desarrolla valentía espiritual, manteniéndote firme en Sus promesas y firme en tu llamado como esposo y padre.

Reflexiona / Aplica / Comparte
Reflexiona – ¿Dónde he permitido que el orgullo o la emoción lideren en lugar del Espíritu Santo, especialmente cuando me he sentido atacado o incomprendido?

Aplica – ¿Qué puedo hacer esta semana para liderar a mi familia con valentía y claridad, incluso cuando las circunstancias no sean seguras?

Comparte – ¿Quién necesita escuchar este recordatorio sobre la provisión y fortaleza de Dios? ¿Cómo puedo animar a otro hombre a tomar su espada y mantenerse firme?

Referencias Bíblicas (RVR1960)

2 Corintios 9:8. “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.”

Romanos 8:28. “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”

Mateo 6:33. “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”

Oración Personal
Señor, perdóname por dejar que la preocupación hable más fuerte que tus promesas. Recuérdame hoy que ya me has equipado, y ayúdame a liderar con valentía y humildad en el poder de Tu Espíritu.

Mi Camino Personal y Llamado a Participar
Estas reflexiones diarias nacen de mi tiempo en la Palabra de Dios. Te invito a unirte a mí y a otros Hombres del Pastor en construir hogares centrados en Cristo, liderando, discipulando y sirviendo como Jesús.
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Devocional Semana: 25W18